Alado sincera publica su quinto álbum de estudio. Se titula La misma figuración y dura escasos veintidós minutos. Tiempo suficiente para que los de Igualada ofrezcan diez canciones marciales, seguramente las más valientes y con más sustancia de su carrera. Ya desde Palimpsesto (2009) y Pacífico (2012), el cuarteto ha ido progresando bajo la batuta de un necio y firme inconformismo, aferrándose al picar piedra de su propio discurso. Ahora, si tenemos en cuenta la sólida identidad musical edificada desde entonces, habrá sido una tarea hercúlea pero los resultados son más que estimulantes.
Con el formato de canción de menos de dos minutos por bandera en la mayoría de temas, en La misma figuración Alado sincera se somete a una severa contracción de sus márgenes de expresión, señas y recursos. Condición ideal para activar la heurística, el ensayo-error y echar a volar una imaginación extraordinaria, patente en el económico uso de estructuras métricas, en un sinfín de sugerentes juegos armónicos o en la aplastante concreción rítmica que sustenta todo el álbum.
El contenido lírico se sucede conformando un grueso transversal, compuesto de imágenes con gran fuerza. Claro que puede resultar inevitable identificar algunos significantes contemporáneos, extractos de actualidad, etc, pero conviene huir de la anécdota ya que probablemente no exista voluntad polémica alguna. La gran seguridad, la gestión del terror o la presunción moral no están aquí representados, mucho menos contestados, pero se reflexiona sobre todo ello con la intención de crear nuevos supuestos. Se lanzan imposibles, suertes de test-canción; en algunos temas incluso se han situado elementos sin más propósito que el de desviar la luz fuera de campo. Titulando el álbum La misma figuración, Alado sincera parece atreverse a cuestionar el formato de canción que se supone hace. Incluso la portada parece anticipar ese zoom-out sobre el propio artefacto, como en una captura del proceso, subjetiva y que aún incluye descartes y herramientas de trabajo. Porque ¿cómo se debe comunicar un mensaje mediante una canción rock hoy en día? Y, por supuesto ¿cómo debe ser ese mensaje en España? ¿Es necesario? ¿En qué grado es útil?