La sustantivación del adjetivo alado con el epíteto sincera incurre en una intencionada falta de concordancia de género. Tanto esa torsión gramatical como su no imposición semántica definen la música mediante la que -durante década y media- Alado sincera ha forjado un sofisticado y explícitamente poético, lenguaje propio. Ahora la banda de Igualada publica su sexto trabajo de estudio y, con una primera cata, ya podemos afirmar que aquí hay mucho que rascar y que nos quedan abundantes escuchas por delante. Explica es una mina, sobretodo si tenemos en cuenta el despliegue denotativo de la realidad concreta con el que -especialmente desde Pacífico (2012)- el grupo sabe convertir sus canciones en piezas multiformes, susceptibles de ser interpretadas y disfrutadas desde ángulos diversos.
Grabado de nuevo con Javier Ortiz en los Estudios Brazil (por primera vez repiten ingeniero), parece como si Daniel Ardura, David Berenguer, David Comas y Oriol Solé definieran la complejidad métrica de los temas desde el primer ensayo, desde esos primeros bocetos, para después interpretarlos del modo más sencillo y directo posible, despojados de artificios de cualquier tipo. Ellos transitan entre el miedo y el humor con suma facilidad, luego nosotros percibimos la pirueta de forma radical (aunque cambiante -ora explícita, ora velada- según nuestra propia escucha subjetiva) pero el mensaje no es gratuito, se encuentra en todo momento integrado dentro de un discurso más amplio, subyacente y excepcional.
Explica arranca donde lo dejó La misma figuración (2014), si bien esta vez para adentrarse en las nociones de margen y de anomalía. Así, se profundiza en la idea de margen como desafío y en la idea de anomalía como suerte de borrado o de extraño que se avista sobre un campo de posibles, sobre cualquier rejilla en la que solamos transitar durante nuestro legítimo y cotidiano ejercicio de toma de decisiones. Al grano: Alado sincera publica nuevo álbum y los muy cafeteros estamos de celebración. Porque esto suena que alimenta y porque, citando a Kierkegaard,