Crim tienen un reto importante y difícil después de editar en 2014 el mejor disco de punk rock que se ha hecho en años en nuestro país; bueno, en este país y parte del extranjero. Un disco redondo de principio a fin, lleno de himnos generacionales y letras inteligentes, que todos nos hemos aprendido de memoria y que cantamos en sus conciertos, excitados y satisfechos, con los puños al aire. Pues bien, cuando parecía imposible hacer un segundo disco que estuviera al nivel, los malnacidos van y lo consiguen. Emocionado, como un adolescente delante de su primera cita amorosa, puse el nuevo disco en el reproductor, y desde el primer acorde de Benvingut Enemic, un puto hit, ya vi que estaba ante otro disco enorme. Mucho. Gallina de piel. Y así estoy desde ese día, como con el primer LP, repitiendo canciones con el CD en el coche, con el volumen a toda ostia y coreando a grito pelado como un poseso. Blau Sang, Vermell Cel
Y es que el nuevo LP de los Tarraconenses es un claro ejemplo de cómo tiene que sonar una banda de PUNK ROCK (sí, sí, en mayúsculas). Guitarras contundentes y concisas, voz áspera, clara y arrogante, con una potente y poderosa sección rítmica que hace que el sonido te atrape y te sumerja en un mar de sonidos que, evidentemente, te llevará a los pies y a la brutalidad física de los monstruos más sagrados del punk rock. Como poner en una coctelera los himnos coreables de los primeros Cock Sparrer, los parafraseados de los grandiosos Leatherface y las harmonías de los mejores temas de Social Distortion.
Resumiendo, si este disco no te hace reaccionar
si temas como Vaixells de paper, Doncs brindem, Guionistes daquest mon o Avui fa bon dia, no consiguen que tu corazón palpite con fuerza, no tocarte la fibra y que un hilo de inteligencia y mala leche brille en tus ojos, si No hi serem no da alas a tus pies, no hace falta ni que te cortes las venas, por que ya hace tiempo que estás muerto.
Un día, Bilardo, el de písalo, dijo que en Buenos Aires ya no salían niños buenos que jueguen a futbol, que todos los que sabían estaban en las comarcas. Aquí ha pasado lo mismo, la frescura, la naturalidad espontánea y la vitalidad, viene de las comarcas. ¡Con dos cojones! No te dejes engañar por falsos clichés y posturas melodramáticas, aquí hay buena mandanga, gente honesta, solo tienes que ponerlo y disfrutarlo, tu cerebro te lo agradecerá. REEDICION!!!!