Un Gramo de Fe (El Rancho, 2010), segundo disco de Pony Bravo tras el revolucionario debut de hace un par de años, es un ejercicio práctico de pura investigación sonora, con referencias que van desde el post-punk más introvertido al krautrock más hipnótico y repetitivo, con guiños incluso al género del son cubano. Melodías setenteras de funk nocturno, capaces de llenar de confusión un bungalow a base de groove (Noche de setas), aparecen en el álbum junto con el celebrado homenaje a Manolo Caracol y su Niña de fuego, no pudiendo olvidarnos tampoco del sonido candencioso y sutil de las trompetas y clarinetes de los amigos de Za! (Papa Dupau y Spazzfrica Ehd), que entra y que sale, a su antojo, acompañado de ese delicioso organillo downtempo que es capaz de evocar la elegancia del Dimitri From Paris de Sacré Français en la irónica Super-Broker. (La Fonoteca)