Para dar vida a sus nuevas canciones, Tiburona ha recurrido a la pecera de Paco Loco. El binomio que han formado a orillas del Puerto de Santa María es perfecto y el resultado es un ejemplar único, compuesto a base de ritmo y alma donde no hay ni trampa ni cartón.
Tiburona nos invita a un baño en los mares del sonido salvaje. Así que sacude tu cuerpo y comienza a bailar el escuale con Laura, Rita y Supercarmen. Las sirenas del Manzanares nos ofrecen sus nuevos cantos, con los que desearás tener branquias para no salir de sus corrientes, donde se encuentran los aromas sesenteros con la contundencia, bien dosificada, del punk latinoamericano y la urgencia del garage.
Pero no todo es paz y armonía en los dominios de Tiburona. Porque no dudan en enseñar los colmillos a quienes dan opiniones no pedidas; en mandar a paseo a los vendehumos o señalar a las futuras víctimas de un amor prohibido. Y en un ejercicio de civismo y buenas prácticas, también nos advierten de la presencia de los depredadores que acechan detrás de una ventanilla.
