En 1969, tras el éxito de BOSSA 68, se publica FLAMENCO POP, donde el compositor madrileño Alfonso Santisteban, que ya empezaba a despuntar en los ambientes musicales del país a pesar de su insultante juventud, se adentra en el mundo del flamenco, esta vez en colaboración con Rafael Ferro, reconocido arreglista y músico andaluz, donde lo fusiona con géneros tan equidistantes como el soul, el blues o el jazz. Temas rotundos como Boom boom, Torremolinos Soul o Jugando al toro, en un disco original, editado en su momento por SINTONÍA, que constituyó en su momento una auténtica revolución, dado los parámetros creativos como se planteó.