Tigres Leones comenzaron su particular andadura en el año 2012, inaugurando con su primera referencia, Arder / Bailar, el catálogo de Sonido Muchacho. Han pasado ya varios años desde entonces y un largo camino marcado por los lanzamientos de su primer disco, Mucho Spirito (2013), un magnifico Ep, Muerte a los Muertos (2014), y su gran paso adelante, su segundo trabajo, La Catastrofía (Sonido Muchacho, 2015).
Tigres Leones siempre ha sido un grupo diferente: composiciones inclasificables, capaces de mezclar pop, rock y psicodelia, que sirven de base a unas letras irreverentes, mezcla de la realidad surrealista que plantea el imaginario de Javier Marzal y Luismi Pérez. Quizá por todo esto nunca han tenido la atención que unas canciones como estas hubieran merecido: aunque a ellos esto les moleste, la herencia (y el malditismo) de esas bandas tan especiales como Patrullero Mancuso o El Niño Gusano siempre ha estado ahí; pero sin dejar de lado sus propias referencias, tan dispares como necesarias
El Año de la Victoria, su tercer largo, supone la confirmación definitiva para una carrera maravillosa y única: un álbum producido por David Rodríguez (La Bien Querida) y Sergio Pérez (Svper), aderezado con la masterización de Xavier Alarcón (La Casa Azul). Un coctel de surrealismo, comedia, y drama, para un disco definitivo que supone el salto de calidad de los autores de algunas de las mejores canciones del nuevo pop en castellano. Un reflejo de la realidad distorsionado e irónico, que viene culminado con la impresionante portada de Alberto González Vázquez (Querido Antonio, para la sociedad), que continúa la línea crítica psicotrópica de sus anteriores trabajos.