Ya hace más de diez años que AXOLOTES MEXICANOS existen. Cuando esta aventura comenzó, todo el mundo tenía claro que iban a marcar una generación musical. Capaces de aunar en una sola propuesta influencias del J-Pop, del manga, del punk más trastornado o del cine de terror, representaban la voz de una pequeña mayoría de espíritus inquietos, escurridizos, ávidos de electricidad y de vida. Después de todo este tiempo y tras varios singles, un Mini-LP y tres discos (contando este 4ever que os presentamos aquí), son un supergrupo porque sus miembros han ido cultivando diversos proyectos musicales que han marcado sonidos y diferentes escenas del panorama nacional. Agarraos porque vienen curvas: CAROLINA DURANTE, CONFETI DE ODIO, TEMERARIO MARIO, Stephen Please o NO FUCKS. Pero sobre todo lo son porque además cuentan con una front-woman tan única e irrepetible como Olaya Pedrayes. Todo esto, unido a su propuesta tan personal, nos hace pensar en ellos como un gran agujero negro en el espacio del punk-pop por el que dejarnos absorber y abandonarnos entre energías desconocidas e inimaginables.
Y 4ever no hace más que confirmarlo. Porque volvemos a tener esos trallazos punk marca de la casa, más contundentes que nunca, con los mejores estribillos que han firmado, como La canción que escribiste, S ! M P, Amarre, Al amanecer o ROSAS y ESPINAS (¡con AIKO EL GRUPO!, menuda colaboración eléctrica), en los que destacan la producción del propio Juan Pedrayes y las mezclas de Bernardo Calvo (que grabó los EP de CAROLINA DURANTE), Felipe Quintans (LAS LIGAS MENORES, BESTIA BEBÉ y ganador de un Grammy Latino por Unas Vacaciones Raras de ÉL MATÓ A UN POLICÍA MOTORIZADO) y Dani Alcover (DOVER, NIÑA POLACA, LA LA LOVE YOU). Menuda trituradora, qué contundencia.
Pero, porque son ellos y pueden, se marcan unos cuantos derrapes de órdago. Como ese baladón épico que es Incendio; ese ejercicio de jazz luminoso que parece un homenaje a la película La La Land y que se llama miau ? miau; esa bossa nova exquisita y veraniega que es Al atardecer; el calipso pop de acento japo que nos encontramos en Himawari, y el J-Pop de Plaza del sol. Qué maravilla.
Siempre han hecho lo que les ha dado la gana y siempre mejor que nadie. Y lo siguen haciendo. Y nos siguen enamorando. Si no existiesen los AXOLOTES MEXICANOS, habría que inventarlos, aunque no hay imaginación en el mundo suficiente para pensar que algo así podría existir. Por eso es aún más alucinante que existan. 4ever.