Durante el siglo xx, los agentes estatales no solo censuraron, erradicaron e intentaron impedir la circulación de la obscenidad», sino que también se involucraron contradictoriamente en iniciativas de conservación que nos han legado un extenso archivo pornográfico queer.Javier Fernández Galeano nos adentra en ese archivo y nos muestra cómo las incongruencias de las dictaduras de Primo de Rivera y Franco se manifestaron en la regulación de las culturas materiales eróticas.Las autoridades destruyeron pornografías heterosexuales mientras conservaban la erótica queer. Mientras que las reproducciones de las obras maestras de Tintoretto, Miguel Ángel y Botticelli fueron incineradas para evitar sus efectos «desviados», las autoridades judiciales podían asistir repetidamente a la proyección de una película amateur que mostraba un trío gay sin reconocer la ironía: su preocupación no era que se consumiera material obsceno, sino quién lo consumía.Centrado en los pornógrafos aficionados y su erotismo confiscado y censurado, este libro es una aportación imprescindible a la historia y la teoría de la pornografía, demostrando que la vigilancia depende enteramente de la documentación de la intimidad y, paradójicamente, esa vigilancia preserva la transgresión. Este libro arroja luz sobre la producción, el consumo y la circulación de la pornografía y el erotismo en el Estado español a lo largo del siglo xx, estableciendo conexiones entre los deseos íntimos queer, la preservación y la censura.