En una era marcada por el racismo y los discursos orientados al castigo de la pobreza y la disidencia, Angela Davis nos recuerda la necesidad de contrarrestar la ideología de la «ley y el orden» que impregna el imaginario colectivo.Si bien el encarcelamiento se presenta como la forma más segura de «mantener a los criminales fuera de las calles», de mitigar el miedo socialmente construido, encerrar a más personas nunca ha funcionado.Es una «locura» suponer que el encarcelamiento librará a la sociedad del crimen, ya que rara vez aborda las condiciones que llevan a las personas a los sistemas de justicia penal. La cárcel no hace más que aumentar la probabilidad de que un exrecluso vuelva al sistema penal, pues la desigualdad y las economías de las drogas siguen escalando.La propia prisión constituye un espacio clave del capitalismo para no abordar las condiciones sociales reales.Abolición nos propone una estrategia para acabar con el complejo industrial penitenciario como mecanismo para abordar los problemas sociales. Este libro propone un replanteamiento del papel cada vez más represivo del Estado en el capitalismo tardío, una apuesta decidida por abrir un espacio de resistencia, esperanza y libertad.