Nina sabe que los nuevos retos son difíciles. Siente miedo de no conseguirlo, pero, aún así, decide seguir intentándolo. En el camino, se encuentra con obstáculos: se enfada, llora y, en ocasiones, las ganas de renunciar la invaden. Sin embargo, encuentra el impulso necesario y, poco a poco, la confianza va haciendo que el miedo retroceda. Nina descubre que, con el apoyo de los demás, puede superar cualquier dificultad.